sábado, 11 de septiembre de 2010

NON, NOUS NE DEVRIONS PAS REGRETTER RIEN


Me marea la marea
Asturias Agosto - 2010

Llevaba tiempo queriendo hablar de Edith Piaf  (1915-1963) y debo comenzar diciendo que esta entrada está inspirada en otra que recientemente publicó Hache en su blog 'hachequehache'.
La vida de Edith estuvo marcada por la desdicha. Hija de padres alcohólicos, queda al cuidado de su abuela materna, de quien se cuenta que en lugar de leche la alimentaba con vino ya que creía que éste eliminaba los microbios. Después pasa a ser cuidada por su abuela paterna, quien regentaba un burdel donde es criada por las prostitutas de la casa... Y es que la realidad siempre ha superado a la ficción.
La canción para esta entrada, escrita por Michel Vaucaire, la interpretó en 1961 en el Olympia de París y se adapta perfectamente a su persona.


No, no me arrepiento de nada

No, no lamento nada.
No, nada de nada,
no, no lamento nada.
Ni el bien que me han hecho,
ni el mal,
todo eso me da igual.

No, nada de nada,
no, no lamento nada.
Está pagado, barrido, olvidado...
¡Me importa un bledo el pasado!

Con mis recuerdos
he encendido el fuego,
mis penas, mis placeres…
¡Ya no los necesito!

Barridos los amores,
y todos sus temblores,
barridos para siempre,
vuelvo a empezar de cero.

No, nada de nada,
no, no lamento nada.
Porque mi vida,
porque mis alegrías,
hoy comienzan contigo.


Letra Michel Vaucaire, música Charles Dumont







La verdad es que este vídeo me sobrecoge cada vez que lo escucho pero es el único de libre difusión que he podido conseguir. En cuanto encuentre otro lo cambiaré.

domingo, 5 de septiembre de 2010

SCHILTIGHEIM

Hoy no voy a decir nada, mejor pongo este enlace donde Hernán Ronsino describe magistralmente este poema que solo Tata Cedrón puede cantar.

http://www.revistafledermaus.com.ar/Numero_2/Nota_1.htm



LA CERVEZA DEL PESCADOR SCHILTIGHEIM

Para que bebamos la rubia cerveza del pescador Schiltigheim,
Para que amemos Carcassonne y Chartres, Chicago y Quebec,
torres y puertos.
Los blancos molinos harineros y la luz de las altas ventanas de la noche
encendidas para los hombres de frac y para los ladrones.
Y las islas en donde los Kanakas comen plátanos fritos
y bajo el sol y bajo las palmeras entre ágiles mulatas suenan los ukeleles.
Islas, dije, las islas, soles rojos, platillos para Darius y Milhaud.
¡Tener un corazón ligero! Vale decir amar a todas las mujeres bellas,
y una moral ligera, vale decir andar con gitanos alegres
y dormir en un puerto un ocaso cualquiera y en otro puerto y otro
y andar con suavidad y con desenvoltura de fumador de opio.
Para que a cada paso, una mañana (un paisaje) o una emoción o una contrariedad
nos reconcilien con la vida pequeña y su muerte pequeña.
Para que un día nos queden unos cuantos recuerdos: decir estuve,
estuve en tal pasión, en tal recodo. Estuve, por ejemplo,
en la feria de Aubervilliers una mañana, con un trozo de asado,
una amistad tranquila, la mesa clara, el perro, el buen hablar
y afuera, las verduleras de París chapoteando con los zuecos en la nieve.

Para que bebamos la rubia cerveza del viejo pescador Schiltingheim
es necesario no asustarse de partir y volver, compañeros (camaradas).
Estamos en una encrucijada de caminos que parten
y caminos que vuelven.

Raúl González Tuñón




sábado, 4 de septiembre de 2010

GRACIAS A ELISA Y PARA ELLA...

 Portal de Elisa
Zaragoza - Junio 2010


La canción escogida para esta entrada está compuesta por la escritora y poetisa Maria Elena Walsh.  Hace justo un año la escuché en la voz aterciopelada de Patricia Badián, una joven argentina afincada en Zaragoza. Lamento no haber podido localizar ningún video de esa actuación. 


COMO LA CIGARRA

Tantas veces me mataron
tantas veces me morí
sin embargo estoy aquí
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron
tantas veces desparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez
y volví cantando.

Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás
tantas noches pasarás
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguién te rescatará
para ir cantando


María Elena Walsh (Ramos Mejía - Argentina 1930)






http://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Elena_Walsh

martes, 1 de junio de 2010

ADIOS MUCHACHOS...

Pisando(la) bajo la lluvia
Vigo (Pontevedra) - Enero 2010 

Extraño mes de Mayo. Nada hacía suponer que dos amigos partirían casi a la vez. Aunque no se han ido para siempre, ya no será fácil compartir nuestras mañanas. Era gente de la que no sobra, por eso voy a echarles tantas veces en falta. En esta ocasión ha sido muy complicado escoger un texto, quizá por ello ha pasado mas de un mes sin que me atreviese a alimentar este famélico blog. Al final, como no podía ser de otra forma, este tango de Enrique Santos Discépolo es perfecto para Andrés y Alberto.



YIRA, YIRA

Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás,
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao...

Cuando te dejen tirao
después de cinchar
lo mismo que a mí.
La indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

Cuando manyés que a tu lado
se prueban la ropa
que vas a dejar...
te acordarás de este otario
que un día, cansado,
¡se puso a ladrar!

Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor...

Enrique Santos Discépolo ( Buenos Aires 1901 - 1951)




Permitidme que lo haya 'tuneado' ligeramente y, aunque se entiende muy bien, que indique a continuación el significado de algunas palabras: 

cinchar: Trabajo duro, esfuerzo
manyés:  Te des cuenta
otario:  Tonto, fácil de engañar







lunes, 26 de abril de 2010

VOY A DORMIR

Libertad efímera
La Fresneda (Teruel) - Diciembre de 2009


Hace unas noches, tras un concierto, discutíamos varios amigos sobre la autoría de la archiconocida canción ‘Alfonsina y el mar’. Violeta Parra decía yo, quizá por inconsciente influencia de mi hija; otras voces sugerían a Mercedes Sosa, pero creo que fue mi mujer quién, melómana y certera como dardo cerbatano,  sentenció un ‘Me parece que no…’. Una vez más tuvo razón y los autores fueron los argentinos Félix Luna y Ariel Ramírez, ambos recientemente fallecidos (de hecho es posible que Ariel esté aún templado al publicar esta entrada).

Gracias a esa canción muchos nos acercamos a la obra de Alfonsina Storni quien se suicidó en 1938 en el Mar del Plata saltando al agua desde una escollera, aunque según la zamba lo hizo de una de las formas más poeticomelancólicas imaginables, internándose lentamente en el mar.

Hoy, estas estrofas y mi admiración son tuyas, Alfonsina.


VOY A DORMIR

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...


Alfonsina Storni (1892 - 1938)




A continuación dejo tres vídeos donde la protagonista es Alfonsina. Si tuviese que elegir uno, me quedaría con el último de ellos. Con sus famélicas 16 visitas en youtube refleja perfectamente el espíritu de este blog.













jueves, 8 de abril de 2010

PARA LAS SEIS CUERDAS

¿cómo creer en la primavera?
Peñarroya de Tastavins‎ (Teruel) - Diciembre de 2009


En 1965 se editaron los tangos y milongas del escritor argentino Jorge Luis Borges en un libro titulado 'Para las seis cuerdas'. Las estrofas que aparecen a continuación pertenecen a diferentes poemas de los que forman el libro. Diré, como bien indica el autor al final del prólogo, que 'Que yo sepa, ninguna otra aclaración requieren estos versos'.



PARA LAS SEIS CUERDAS

El ruin será generoso
y el flojo será valiente
no hay cosa como la muerte
para mejorar la gente
Bajo el alero de sombra
o en el rincón de la parra
las manos que dieron muerte
sabían templar la guitarra
Un acero entró en el pecho
ni se le movió la cara
Alejo Albornoz murió
como si no le importara.
...
Acaso en aquél momento
en que le entraba la herida
pensó que a un varón le cuadra
no demorar la partida
...
Decirle adiós a la vida,
eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
...


Jorge Luis Borges (1899 - 1986)


lunes, 5 de abril de 2010

FLOR SUICIDA

¿Pero donde vas? alma de cántaro
Beceite (Teruel) - Diciembre de 2009


Conocí esta canción de Eladia Blázquez hace poco mas de siete lustros. La intérprete era Cipe Lincovsky, una comprometida actriz argentina. Mi padre la grabó en una cinta de casette y fue todo un descubrimiento para mí. Desde entonces la canturreo a menudo, sin motivo aparente.



A UN SEMEJANTE


Vení... charlemos, sentate un poco.
La humanidad se viene encima.
Ya no podemos, hermano loco
buscar a Dios por las esquinas...
Se lo llevaron, lo secuestraron
y ¡nadie paga su rescate!
Vení que afuera está el turbión,
de tanta gente sin piedad
de tanto ser sin corazón.

Si a vos te duele como a mí...
La lluvia en el jardín y en una rosa.
Si te dan ganas de llorar,
a fuerza de vibrar, por cualquier cosa.
Decí qué hacemos vos y yo
qué cosa vos y yo sobre este mundo.
¡Buscando amor en un desierto
tan estéril y tan muerto
que no crece ya la flor!

Eladia Blázquez (1931 - 2005)


http://www.todotango.com/spanish/creadores/eblazquez.asp

domingo, 4 de abril de 2010

HIEDRA SIN FUTURO

Hiedra sin futuro
Peñarroya de Tastavins‎ (Teruel) - Diciembre de 2009

El poema que he escogido para esta primera entrada es de Raúl González Tuñón. Los que acaricieis la cincuentena quizá recordeis un curioso vinilo de 1977 en el que por la cara A, Paco Ibañez casi recitaba a Neruda, y por la cara B sonaban unos tangos inexplicablemente pegadizos.
Gracias a ese disco muchos descubrimos a Raúl González Tuñón y al Cuarteto Cedrón.



EL CABALLO MUERTO

Media noche.
Sobre las piedras de la calzada
hay un caballo muerto.
Aún faltan cinco horas
para que venga
el carro de “La Única” y se lo lleve.
Ese caballo viejo,
hedoroso de sangre coagulada,
ese pobre vencido,
fue un obrero.
Un hermano del pájaro,
un hermano del perro.
Fue el hermano caballo,
que anduvo bajo el sol,
que anduvo bajo el agua,
que anduvo entre los vientos
tirando de los carros,
con los ojos cubiertos.
Fue el hermano caballo. Ninguno irá a su entierro.


Raúl González Tuñón (1905 - 1974)

http://es.wikipedia.org/wiki/Raúl_González_Tuñón